CARTAS A MI MUJER DIECINUEVE

JUEVES 30 DE OCTUBRE, 11:00 H
Uno debe sentirse un hombre de su edad (una mujer, se entiende) y si alguien me confunde con un joven, será para faltarme al respeto con menos trabajo, aunque yo no lo tenga y si alguien me trata como a un viejo, es porque considera que soy descartable, pero yo, tú si quieres, sigo siendo un hombre de mi edad.
Juventud y vejez con dos argucias de los sistemas del Estado moderno.
Sabemos que un niño de 8 años puede considerarse un experto en matemáticas, llamadas por algunos, superiores, o problemas de la lógica emparentada con la producción de conocimiento y un viejo de 80 años puede dar una conferencia de 7 horas de duración, en pie, o echarse un polvo, tranquilamente, en esta misma playa desde donde te escribo.
Cuál es la diferencia entre un niño y un viejo cuando un río de lava hirviente baja de la montaña, cuáles las diferencias entre un hombre y una mujer frente a un tifón marino o frente a una borrasca loca y sedienta.
Adiós mar, ahora volveré a hacer las maletas y mañana partiré, espero encontrarme contigo, en algún mar perdido, en Diciembre en alguna playa argentina, aquella de mi juventud.
Te amo, mar, y después de haberte descubierto te entrego, para que ella haga su deseo.
Amor mío, amor mío, amores, estrellas, lejanas soledades, tierras fértiles, amor mío, amor mío, ¿serás algún amor?
Hoy me termino de dar cuenta que la vida misma tiene su oscuridad.
Todo fue bien, entonces, podemos comenzar.

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