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Mostrando entradas de mayo, 2009

"Al sur de Europa" de Miguel Oscar Menassa

AL SUR DE EUROPA Hoy no daría nada por nada, estoy bien como estoy. Hoy ni volar ni caerse. Estoy a una altura normal, soy feliz. Hoy ni enamorarse perdidamente ni quedarse solo. hoy, teniendo corazón, no sufro de eso. Tal vez mañana dando una vuelta por el patio sentiré que el patio es muy pequeño para mí. Si perdiera el miedo a quedarme desnudo en la calle una noche de invierno, seguramente, dejaría todo como está. Me gusta estar aquí, sentado en el patio de mi casa, en Madrid. Plaza de España, mirando los altos edificios, las altas nubes inalcanzables y me siento feliz de vivir en la tierra, sentado, se entiende en una silla pequeña, en el patio de mi casa, en Madrid, a un metro de la plaza, casi en España. Me gustaría pulsar, templar una guitarra, pero no tengo uñas de guitarrero, ni música ni luz ni tiempo ni guitarra. Así que mejor me quedo aquí, sentado en mi sillita, en medio de mi patio, como si mi patio fuera parte del mundo, como si mi sillita fuera pública, y me lo digo: ¡Q

Recital poético musical. Miguel Oscar Menassa

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Auditorio Municipal de Camarma de Esteruelas. Edificio Multifuncional. C/ Daganzo, 2 Entrada por lateral (Calle Soledad) ENTRADA LIBRE Para poder verlo hay que acceder a la siguiente dirección: www.helloworld.com/grupocero . Una vez en la página hay que pinchar donde pone Live! (situado arriba, a la derecha de la página) Una vez que se abre pulsar Play

Cartas a mi mujer cincuenta y uno

75.000 EJEMPLARES POR MES NO SON NADA -Quinta parte- Ahora me gustaría dedicarme a otra cosa. Vender frutas o flores o nostalgias, ser del tiempo la bruma, del verano la noche. Yo también tengo cosas para contar y fui el que soporté toda la pregunta. ¿Dónde vivir, fuera de los brazos de mi madre? ¿dónde poder dibujar una boca fuera de sus labios? Entrecortado espíritu del aire. Estoy aquí, poniendo en mis alforjas, leve esperanza. Noctámbulo ruiseñor perdido. Estoy aquí, bordando en mis alforjas, los vientos huracanados del poema. Soy el cantor le dije sonriente, no tengo nada que perder, sólo mi canto. Así que usted y yo, podemos besarnos, pisar fuerte la tierra, volar más alto. Ya sé que no es decente, amar la vida tanto, que no es honesto, sincero, quererla para mí. Que el infinito fuego debe ser apagado. Que el inquietante deseo, debe morir. Sin embargo, usted y yo podríamos hundirnos levemente en el abismo llenar todo el abismo con mi canto. Aunque en verdad nadie lo quiera, vivir

Cartas a mi mujer cincuenta

75.000 EJEMPLARES POR MES NO SON NADA -Cuarta parte- Yo fui su amante cruel. El tipo de dinero que mantenía su locura. Su dama de compañía a la hora del té, la tierna amiga de las largas conversaciones y fui su macho, tantas veces fui su macho, todo cuerpo, baba sin fin, bujía esperpéntica y la amaba y hacíamos el amor como los animales. Después, también, están esos días como muertos, como sin nada. Esos días donde a uno le dan ganas de comenzar todo de nuevo. La poesía de nuevo, el azar de nuevo, la vida misma comenzar de nuevo. Aunque no se pueda o no se deba, cambiar todo de lugar, de tiempo. Yo también fui un amante infernal y cuando ella reía yo me la comía a besos y cuando ella lloraba yo me la comía a besos y nos poníamos a jugar y yo la chupaba con frenesí y ella gritaba: Diablo, diablo; somos esta locura extraterrestre, este amor sin fin y yo la chupaba y, después, me la comía y hablábamos de mi potencia viril mientras la chupaba y me la comía

CARTAS A MI MUJER CUARENTA Y NUEVE

75.000 EJEMPLARES POR MES NO SON NADA -Tercera parte- Humo de viento alcanzando el paroxismo de un amor. Zarpa dolorida, herida dulce, alegre, caprichosa herida recordándote. Poeta sin aviso previo. Poeta de golpe. Poeta que, rabiosamente habla del amor. Poeta buen equilibrista, poeta volador. Poeta del pueblo para todos los pueblos. Poeta dulce, agazapado, tigre del alma. Hambriento por los verbos desorbitados. Poeta contestador automático. Poeta sin rumbo. Poeta encantador de serpientes perfumadas. Abridor de caminos. Poeta del tiempo. Poeta humanizado, viento de luz, Yo fui toda la grandilocuencia del amor. Ahora me gustaría dedicarme a otra cosa.

Cartas a mi mujer cuarenta y ocho

75.000 EJEMPLARES POR MES NO SON NADA -segunda parte- Un violín imparable. La música de fondo de un corazón cayéndose en el lago del amor. Atolondrado, eso quiero ser, un atolondrado, alguien que algunas cosas se lleva por delante y que otras cosas lo llevan por delante a él. Un juguete roto, en las manos ansiosas por jugar. Escaparate vacío, ancho como el mar. Ya fui el médico que mi padre deseaba para mí, ya fui el poeta que mi madre ambicionaba a su lado. Ahora me gustaría dedicarme a otra cosa.

Cartas a mi mujer cuarenta y siete

75.000 EJEMPLARES POR MES NO SON NADA Lo que necesito es un buen administrador. Alguien que haga las cuentas a mi favor. Alguien que me pueda decir: -Mire Don Menassa, 75.000 ejemplares para una revista mensual de poesía de difusión gratuita, son muy pocos ejemplares. Teniendo en cuenta que cualquier periodicucho que produzca 300.000 ejemplares diarios estaría produciendo 9.000.000 de ejemplares al mes; podemos decir, una riqueza ostentosa frente a nuestra miserable pobreza. Sólo 75.000 ejemplares por mes. Así no iremos a ninguna parte. Y yo sé que molestar al personal, cuando el personal ha hecho sus esfuerzos, no es cosa buena. Sin embargo, precisamente, ahora, donde más de 30 sujetos del inconsciente (por su condición de candidatos al psicoanálisis) han decidido apropiarse con su trabajo (tiempo, dinero) de una de las revistas más importantes de fin de siglo, “Las 200 Noches”, precisamente, ahora, es cuando arremeto como los vientos huracanados fuera de estación para

Cartas a mi mujer cuarenta y seis

UNA HORA DESPUÉS -Tercera parte- Recién es enero, la gente apenas puede con la cuesta y yo ya estoy volando por las nubes. Me empiezo a dar cuenta que tengo una vida que, a primera vista, no parece para nada una vida interesante. Algo así como un hombre trabajador que después de 40 años de trabajo consigue llegar al mar como lo ambicionaba a los 17 años. Algo he podido y, sin embargo, no estoy conforme. Y esto no quiere decir que he trabajado más que lo que recibo sino que prometo, comprometo mi vida en ello, trabajar más fuerte, mejor encaminado para ver si esta vez merezco más. No estoy conforme pero estoy contento, alegre de haber podido, esperanzado por ahber comprendido que otros, también podrán. Alcanzo cierto poder sobre mis cosas pero no sobre mí. Cuando me hacen sufrir con alguna guerra, con la prepotencia armada de los poderosos, me siento al mismo tiempo de sufrir, un animal herido, un caballo marchito, una vaca sin leche. Tal vez pueda arrancar de mi débil garganta un murmu

Cartas a mi mujer cuarenta y cinco

UNA HORA DESPUÉS –II- -Segunda parte- Ayer disfruté con mi pequeña suerte y perdí con mis grandes ambiciones de tener una suerte mayor. Gasté con la fantasía lo que había ganado con mi trabajo. El resultado, una paridad exasperante. Me gustaría ser el niño bien de una condesa enamorada. Yo podría vivir sin remordimientos, sin culpa. Alejado de todos, estudiando la inclinación exacta de la caída del mundo occidental, bebiendo naranjas heladas y una voz, una ilusión, un amor, siempre habrá en mis ojos. Dirán de mí: No se aburría ni consigo mismo. Toda realidad era apasionada. Todo misterio tenía su alegría.

Cartas a mi mujer cuarenta y cuatro

Se van encadenando soledades. Trato de explicarte, tal vez, sin conseguirlo, que el amor cuenta poco para llegar a viejos. Que hubo grandes amantes que murieron antes de conocer el amor y hubo folladores crónicos que nada les importaba y vivieron más de cien años y hubo señoritas vírgenes que cumplieron 120 y mujeres grandotas con más de seis hijos pasaron la barrera de los cien. Hubo vírgenes que murieron violadas antes de los 25 años y madres de familia que después de dar de mamar a 15 hijos, murieron de un cáncer chupador en pleno pecho. Decidimos, entonces que, una vez instalada la vejez, el amor es, también, un entretenimiento, pero el am0or no sabe cómo llegar a la vejez.

Nota de prensa - Recital poético musical de primavera

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NOTA DE PRENSA Madrid, miércoles 13 de mayo de 2009 Miguel Oscar Menassa (Buenos Aires, 1940) El poeta Miguel Oscar Menassa ha ofrecido una selección de su obra poética en el Colegio Mayor Nuestra Señora de África (Madrid). Poeta profundo y de versos, en la mayoría de los casos, sencillos, ha pasado durante 50 años por la medicina, el psicoanálisis, la pintura y el cine, pero su mansión siempre fue la poesía, de la cual nos ha dado una muestra. En cuanto a la temática de su poesía, cuando uno se encuentra con su obra, podríamos decir que, en general, este escritor se ocupa de todo. No encontraremos argumentos o razones acerca de qué es o cómo se hace la poesía, sino el ejercicio vital de esa entrega. De su poesía han dicho: Antonio Aliberti: “En Menassa todo confluye en poesía, la poesía se justifica por sí misma.”. Alberto Luis Ponzo: “Hay algo que se cumple en la poesía de Menassa, y es que escribe sobre lo que está pasando, pero no a cada uno de nosotros, sino lo que está pasando

Reportaje fotográfico del recital poético musical de primavera

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Recital poético musical de primavera Colegio Mayor Nuestra Señora de África 13 de mayo de 2009 Miguel Oscar Menassa al inicio del recital Recitando el poema “La patria del poeta” Con el acompañamiento musical de Indios Grises Con Juan Garrido Presidente de la Fundación Siglo Futuro El poeta palestino Mahamouth Schowb y Menassa Disfrutando del recital El Director del Colegio Nuestra Señora de África, D. José Ramón Guerrero, el poeta Miguel Menassa y la subdirectora del colegio, Dña, Margarita Mifsut

Recital poético musical de primavera

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PRESENTACIÓN DEL RECITAL DE MIGUEL OSCAR MENASSA Miércoles, 13 de mayo de 2009 a las 19 h, en el Colegio Mayor Nuestra Señora de África. c/Ramiro de Maeztu, 8. Metro: Metropolitano. Autobuses: 132, F y Circular. Tengo el placer de presentar este acto, broche de oro del ciclo de clases POESÍA: UNA MANERA DE VIVIR, que gracias al colegio Mayor Nuestra Señora de África hemos podido llevar a cabo en sus instalaciones. Agradecerles también a los participantes a dichas clases el entusiasmo y la colaboración en el desarrollo de las mismas y a todos ustedes por haber venido a compartir con nosotros este momento poético. Miguel Oscar Menassa, que estará hoy, 13 de mayo de 2009 a las 19 h, con nosotros, es un poeta profundo y de versos, en la mayoría de los casos, sencillos. Ha pasado durante 50 años por la medicina, el psicoanálisis, la pintura y el cine, pero su mansión siempre fue la poesía, de la cual hoy nos dará una muestra. En cuanto a la temática de su poesía, cuando uno se encuentra con

Cartas a mi mujer cuarenta y tres

UNA HORA DESPUÉS Yo mismo soy el que no tolera todo lo que se transformó mi vida. Yo mismo soy el que no tolera separarme de la gente para escribir, para pensar. Yo mismo soy el que no tolera ganar y gastar tanto dinero en mantener mi propia inteligencia. Yo mismo soy el que no tolera ser amado por tantas personas a la vez. El psicoanálisis, también, habla para mí. Estoy contento. Un pequeño sol ilumina todo el mar. Así me gustaría que fueran mis versos.

Cartas a mi mujer cuarenta y dos

30 DE ENERO DE 1998, MÁLAGA -Tercera parte- Oh, bella del mar, bella de las tinieblas, nadie te escuchará y, sin embargo, sólo habrá futuro, en tu voz que nadie escuchará. Varón, creo que fui un varón, espléndido, en tus brazos. Cuando ninguno de nosotros sabía conseguirse su pan para comer, tú me mirabas a los ojos y yo arañaba la corteza de la tierra y extraía todo el pan necesario y, después me quedaba mirando la lejanía y en el temblor de una noche cualquiera amaba, sin límites, la vida que vivía.

Cartas a mi mujer cuarenta y uno

30 DE ENERO DE 1998, MÁLAGA Segunda parte Le digo que me duele todo y, ella, plenamente, desnuda comienza a recitar en voz alta poemas de Vicente Aleixandre. Me conmuevo, mientras me con-muevo no me duele nada. La miro de reojo por el espejo. Ella recita en voz alta… “Un paisaje de corzas suspendido” y detiene su respiración varios minutos hasta que yo la vuelvo a mirar de reojo por el espejo. Ella lee cosas terribles, la misma muerte habla en voz alta por su voz. Aleixandre crece a medida que su voz se levanta más allá de los sonidos del mar. Ella termina de leer y suspira, levemente, agitada. Se aclara la voz, pero siente latir en su propio sexo la carne alada del poema. Suspira y calla y lee en voz alta: “Así la muerte es flotar sobre un recuerdo. No vida…” Déjame aquí, le dije, yo bajo en esta esquina. Hoy basta de volar. Volar eternamente es tan aburrido como no volar eternamente. Las molestias han desaparecido, pero mantengo la sensación de no poder moverme. Ella lee en voz alta,

Cartas a mi mujer cuarenta

30 DE ENERO DE 1998, MÁLAGA Hoy he decidido, económicamente hablando, vivir 200 años y un temblor ha recorrido toda mi mirada futura. Quería comunicarte que ese era mi deseo y esperaba que tú, también, desearas para la poesía lo mejor. Ahorrar, no era ahorrar, era no gastar en fanfarronerías, en falsos reconocimientos. Yendo a lugares cada vez más caros, nos alejamos de nuestro pasado. Los fantasmas raquíticos y sin documentos no pueden acceder a lugares cada vez más caros. Con estas teorías me imagino que un rico puede terminar viviendo en una cloaca, sólo para alejarse de su pasado, de su familia. Qué barbaridad.

Cartas a mi mujer treinta y nueve

29 DE ENERO DE 1998, MÁLAGA Mientras en el resto de España nieva, aquí está un poco nublado pero detrás de la ventana, escribiendo, mirando el mar y con una manta cubriéndome las piernas, todo parece verano, verano intenso, lujurioso verano. El mar está sereno y pequeñas barcas pescan pequeños peces, pero nada se mueve, todo es quietud en este mar, como en los crueles veranos de la pampa argentina. Hago de cuenta, haber llegado a algún lugar y, por ahora, dejo de escribir.

Cartas a mi mujer treinta y ocho

29 DE ENERO DE 1998, MÁLAGA Querida Olga: Moderación era, en definitiva, una manera de poder pensar en vivir 200 años. El problema no era que los órganos o el alma no aguantaran. Lo que realmente pasaba era que no había dinero o nadie quería gastar su dinero en vivir 200 años. Cuando haya dinero los órganos aguantarán y el alma será libre.

Cartas a mi mujer treinta y siete

28 DE ENERO DE 1998, MÁLAGA -tercera parte- Ahora escribo detrás de la ventana. Estoy desnudo y escribo con una pluma de ganso fabricada en serie. Veo lucir mis partes morenas al sol. Es invierno. Es invierno, me repito a cada instante, pero el dinero hace relativo todo clima, toda soledad.

Cartas a mi mujer treinta y seis

28 DE ENERO DE 1998, MÁLAGA -segunda parte- Tengo, francamente calor, esto es extraordinario. Estoy descalzo, en bañador y la parte superior de un pijama de tela invernal. No tengo ninguna dimensión de mi grandeza como tampoco tengo ninguna dimensión de mi pequeñez. Y así voy por la vida, sin saber cuántos escalones subí y, tampoco, a qué abismos bajé. El verdadero drama de mi vida es que nunca me pude dedicar plenamente, a la escritura, porque siempre tuve que mantener a alguien. Proveniente de capas populares de la población tuve siempre que trabajar el doble para conseguir la mitad. Ahora, por fin, me doy cuenta que me hace bien vivir como escritor. Follar y jugar se empequeñecen frente al mar, sin embargo, me conmovió sentir que podría festejar mi cumpleaños número 100 corriéndome en el mar alegremente, rodeado de mujeres extranjeras. Cuando se nubla en el mar todo es peligroso. Pienso en esos grandes maremotos del alma que pueden ahogar el amor para siempre. D

Cartas a mi mujer treinta y cinco

28 DE ENERO DE 1998, MÁLAGA Todavía, a pesar de todo lo que trabajo, sigo pensando que, algún día, podré vivir sin trabajar. Es decir para que se entienda, tengo ilusiones que, algún día, dinero y trabajo no tengan nada que ver, eso quiero decir cuando digo vivir sin trabajar. Trabajar en sentido estricto es maravilloso, producir con los instrumentos precisos, transformaciones en una materia prima determinada. El alma, por ejemplo, el lenguaje. Hacer del acero piedra y de la piedra cántaro. He aprendido, y he gozado con ello, que lo que tengo es una pequeña suerte que me ayuda a no perderlo todo, a ganar un pedazo. Esa es mi suerte, el resto lo tendré que hacer trabajando. El sol me llama la atención, me hace bien, me gustaría vivir en el sol, adentro del sol, iluminando el mundo, haciendo del mundo luz. Me dejo estar como los sapos o los cerdos, pero me siento un hombre trabajando por su libertad. Un suave viento me hace sentir que estamos en pleno invierno. Esto de escribir al sol m

Primero de mayo, día internacional del trabajo. "La división del trabajo produce civilización." (M.Menassa)

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