CARTAS A MI MUJER VEINTISIETE

3 DE DICIEMBRE DE 1997, MAR DEL PLATA
PLAYA PRIVADA DEL GRAN HOTEL PROVINCIAL, DESAYUNANDO

Un correntino afincado en Mar del Plata hace 21 años, me dice que si no tengo en regla los papeles él no me podrá servir el desayuno (hasta dónde, me dije en voz baja, éstos son todavía después de 12 años resabios de la dictadura). Primero no le quise decir nada, después, con relativa calma pude decirle: Y por qué no averigua usted si yo, el gran poeta Miguel Menassa, merece o no merece un desayuno, en este día jueves inolvidable.
Y en lo del jueves, tengo que decir la verdad, me parezco a César Vallejo, pero después fue todo distinto.
Él se moría en París con aguacero. Yo me rasco los huevos en Mar del Plata y un sol tibio me acaricia la frente atravesando la ventana.
A él le dieron duro con un palo y duro. Yo me agarré la pija endurecida con las dos manos y ella me la chupó hasta desmayarse.
LAS 2001 NOCHES
UN LIBRO QUE LEERLO DUELE
Y
NO LEERLO ES IMPERDONABLE.

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