CARTAS A MI MUJER SESENTA Y TRES

MIÉRCOLES, 22 ENERO 1999, MADRID


Tengo que vibrar al unísono, me doy cuenta, pero no sé con qué.

Un poema, un solo poema para alejarme de mí:

Hoy soy feliz podéis fijaros en mis ojos.

No veréis ningún brillo sino más bien una sencilla calma.

He sido, literalmente, triturado por la vida y, sin embargo, mirad mi perfil contra la luna, parece intocado.

Y mi alma, Oh, si viérais mi alma,

es un diamante negro de mil caras

un diamante tallado por un amor sin límites

corriente submarina de luz, deseo multitudes.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cartas a mi mujer sesenta y nueve