CARTAS A MI MUJER SESENTA Y SEIS
VIERNES, 17 DICIEMBRE DE 1999
Estoy un poco inquieto porque la llegada del 2000 no me afecta, a tal punto, que no consigo enterarme ¿por qué? tanto bullicio.
A mí me parece que se están gastando, en festejar el advenimiento del 2000, que ni siquiera quiere decir que estaremos en el próximo milenio, un dinero que haría falta para educar a la población mundial.
Además, todo lo que pasó en el siglo XX, no está para festejar sino más bien para ser estudiado.
¿Cómo fue posible lo que fue posible? Y ésta, por fin, es una pregunta epistemológica.
Sin embargo, pensándolo bien, hay algo que festejar en el 2000: Los cien años de la publicación del libro de SIGMUND FREUD “La interpretación de los sueños”.
Como poeta, como ese poeta que se produce cada vez que coordino la grupalidad que publica “LAS 200 NOCHES –Revista de Poesía, Aforismos, Frescores-“, mensualmente, con una tirada de 125.001 ejemplares, que aspiran a ser 500.000, y las distribuye entre la población de España y Argentina, gratuitamente, se entiende, para la población, porque A NOSOTROS, LAS 2001 NOCHES, nos cuesta lo que vale.
Como poeta, digo, esta vez, no dejaré que los psicoanalistas se anticipen en rendir homenaje a “La interpretación de los sueños”, obra en la cual se produce el concepto INCONSCIENTE.
Y un poeta debe agradecer, 100 años después, la publicación de ese libro de Sigmund Freud, porque, si bien no se sabe, aún, con exactitud, cuánto ha de mejorar o cambiar la medicina, o la educación, o el alma de los pobres si la tuvieran; lo que sí, ya se sabe, por eso un poeta tiene que agradecer, es que con el PSICOANÁLISIS,
La producción del INCONSCIENTE en la obra de Sigmund Freud “La interpretación de los sueños” publicada en 1.900, había hecho nacer
El Psicoanálisis había arrancado, para siempre, una venda de los ojos de la humanidad.
La mujer, el hombre, antes del psicoanálisis, no sabían nada acerca de cómo se producían:
EL AMOR
El pensamiento Inconsciente es, en el límite de su libertad,
Un saber no sabido por el científico, lo lleva por el camino de la “Verdad”.
Y gajos arrancados de
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